Cuando me puse a estudiar el tiempo y a escribir La Jaula, sabía que algo me faltaba, y es que aún no había vivido lo suficiente para escribir una novela. Menos, menos una novela. Poemas sueltos quizás.
Cuando te conocí vi tu sonrisa al otro lado de la pantalla, fue lo primero.
Comentarios
Publicar un comentario